Querido avilo, gracias por tu respuesta y lamento profundamente lo de tu amigo. Sé lo que sientes ya que mi mejor compañero de caza también me dejó hace un par de años. Sirva este hilo como homenaje póstumo a José por su afición a este calibre.
No puedo estar más de acuerdo con tus afirmaciones, aunque mi opinión sobre este cartucho no es objetiva y está influenciada por bastantes años de uso y las grandes alegrías que siempre me ha proporcionado.
Me subí al carro del 44 RM cuando leí un par de artículos del insigne D. José Luís Santaballa ferviente admirador y defensor de este cartucho para nuestra caza mayor. Haciendo caso a su gran experiencia y conocimientos adquirí una carabina del 44 Mag, una Marlin de palanca con la que comencé a descubrir las grandes posibilidades de este pequeño cartucho, algo así como una pequeña “bomba” (como algún articulista famoso lo definió en su día), comprobé las bondades de un arma de este calibre para llevarla todo el día al hombro y patear con ella nuestros montes.
En 1997 cambié la Marlin por una Ruger 96 de palanca del mismo calibre que acababa de llegar a España apenas un año después de su aparición en USA. Sus 2,5 kgs, manejabilidad y estabilidad en el disparo no tienen rival y por su cañón libre de la carga del cargador tubular es bastante precisa. Desde entonces me ha acompañado numerosos días por nuestros montes.
A pesar de la apariencia tan modesta de este cartuchito en su interior es como una pequeña olla express, las altas presiones que desarrolla mueven los 240 grains a una velocidad cercana a los 550 m/seg y con más de 11 mm de calibre es capaz de tumbar con un solo impacto (medianamente colocado) al venado más grande o el mejor cochino que nos podamos encontrar en nuestras sierras.
Su alcance razonable se podría fijar en los 125 metros (con trayectoria plana), sin embargo ajustada el alza un par de centímetros por encima del blanco a 50 metros, a 150 su caída es apenas de 12 cm, y a 200 alrededor de los 40, conservando a esta distancia potencia suficiente para hacer todavía un buen “roto” (como dicen en mi tierra).
Actualmente no es un cartucho de moda en nuestro país, lo que se lleva son las altas velocidades y las grandes vainas cinchadas y el 44 RMag es un concepto totalmente opuesto. Sin embargo es totalmente válido para y en nuestras modalidades de caza para determinadas situaciones como un cortadero o un puesto con monte cerrado (siempre en las distancias mencionadas), este cartucho aporta algunas ventajas que pueden ser determinantes en el lance. El peso liviano de las carabinas que lo disparan, su manejabilidad, el escaso retroceso y su poca reelevación, permiten repetir el disparo con gran rapidez y su proyectil de 240 grains con velocidad moderada le hacen alcanzar generalmente el blanco y hacer carne, atravesando la vegetación sin apenas ser desviado por cualquier ramita que se interponga en su camino.
En resumen, una carabina de este calibre bien sea de palanca, semiautomática o cerrojo, es arma magnífica a la hora de cubrir determinados puestos en nuestras batidas o monterías, o simplemente para llevarla colgada al hombro todo el día. También es un magnífico complemento en el puesto a un buen rifle de un calibre mediano que nos permita cubrir el resto de distancias.
Un cordial saludo.