Ronca del gamo en Alto Tajo

Mi amigo, Joaquín José, JJ para los amigos, el veterano aficionado a los bailes latinos encontró una nueva pareja de baile y recechos llamada Lissi. Como el protocolo del COVID desaconseja eso de andar de flor en flor, la academia de baile estableció emparejamientos fijos y con mascarilla, así que la inicial pareja de baile elegida por el profe acabó ampliando el repertorio con las cenas en las que el corzo o ciervo guisado por JJ era el protagonista y los guisos de JJ deben tener efectos mágicos pues convierten a las urbanitas medio ecologistas en aficionadas a la caza.

Eso sí a Lissi tuvo que instruirla un poco sobre el funcionamiento de la naturaleza a base de lecciones prácticas como la explicación de que las ranas no asaltan a las jóvenes así como así ya que al pasar a lado de una balsa donde croaban las ranas preguntó asustada si no les saltarían encima porque le daban mucho asco. Pero fue acostumbrándose y disfrutando de la naturaleza y la magnífica vista para distinguir lo que inicialmente eran “bichos” Lissi ya la traía “de fábrica”.

JJ tras una temporada de corzo bastante anodina, añoraba los temblores de manos que le entraron cuando cazó aquel corzo nocturno tras el que anduvo varios días, intuyéndolo más que viéndolo y que resultó medalla de oro. Ahora, habiéndole caído la quincuagésimo cuarta licencia anual de caza solamente los ciervos le seguían produciendo ese efecto de temblarle las manos tras el lance bien hecho.

El caso es que, como nunca en esos cincuenta y cuatro años de cazador había cazado un gamo le entró el gusanillo y la ilusión y contrató con una empresa de Alto Tajo la caza de uno con las condiciones de que fuese de representativo alto en adelante, en abierto y con derecho a quedarse también la carne, así que una vez organizadas las agendas laborales de ambos (A JJ no le da la gana de jubilarse y a Lissi le faltan bastantes años para poder hacerlo) y concertadas las fechas de rececho aparecieron por Huélamo a primeros de octubre donde alquilaron un apartamento y comenzaron la escapada con un día de turismo viendo el Castillo, el nacimiento del río Cuervo, y las fiestas de Tragacete, con su novillada, además de disfrutar de la comida y cena en el bar de Ana y Agus en Huélamo, donde había un gran ambiente y Agus se ponía de DJ rockero por las noches. Como al día siguiente había que madrugar no pudieron quedarse a darle al cubata y bailar alguna bachata pero no dejaron de ir a cenar ningún día y disfrutar un rato del ambiente.

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Huélamo, precioso lugar con muy buena gente.

Comienzan los recechos

La primera mañana de rececho tocó en una finca de Uña, Juan, uno de los socios de la empresa, se encargó de guiarles aunque apenas había ronca, después de que un venado les pegase unos berridos muy cerca se oyó una ronca lejana según dijeron Juan y Lissi pero mi amigo la verdad es que no oyó nada porque lo cierto es que está algo sordete por haber tirado demasiados tiros sin protección. Intentaron la entrada pero los cambios de aire les jugaron una mala pasada y ahí acabó el rececho de mañana, viendo alguna gama y algún vareto despistado. Por la tarde después de una buena barbacoa en Huélamo y guarecerse del gran chaparrón de mediodía rececharon otra finca cercana pero nada de ronca aunque si vieron muchas hembras y desde una cumbre vieron un macho negro en un llano a ochocientos metros e imposible de alcanzar dada la hora que era y el lugar en el que estaba, no faltó que les pillase otro chaparrón porque sin remojón no hay rececho que se precie. De todos modos, mi amigo sacó la conclusión de que las gamas de allí son mucho más ariscas, listas y resabiadas que las corzas navarras y burgalesas y que el telémetro que tantos problemas le estaba dando con las mediciones le sobraba porque dadas las características del cazadero sería difícil que tuviese que disparar a más de ochenta o cien metros.

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JJ enredando en la barbacoa

El segundo día hubo cambio de guía, era Paulino el otro socio también magnífico cazador, pero la ronca seguía sin producirse, solamente oyeron berrear a lo lejos. Vieron algún gamo pequeño y varias hembras que siguieron demostrando que son muy listas y además de olfato y oído tienen una gran vista y distinguen la figura humana por muy quieta que esté. Por la tarde con el crujir del monte después de haberse secado el suelo y sin ronca la cosa se puso imposible. La música de fondo la daba el venado que berreaba en el interior de un bosque. Desde Huélamo al volver de cenar se escuchaba la berrea de un venado enfrente.

Llegó el tercer y definitivo día del programa y por fin de par de mañana mi amigo JJ escuchó por primera vez en su vida la ronca, los gamos comenzaban a roncar metidos en el bosque, hicieron un acercamiento y el guía le puso el trípode, JJ se colocó en posición, el gamo iba y venía dejando ver únicamente las cuernas, iba y venía tras las hembras que JJ no llegaba a ver, trasponían lo que se adivinaba como un viso y volvían a verse las cuernas y los ronquidos así una y otra vez, hasta que por fin pasa la hembra y se para en seco mirando al grupo de invasores humanos mientras que el macho se queda tras dos árboles que solamente deja ver las ancas, quieto y callado, se ve que mosqueado por el parón de la dama de sus amores. JJ tras la experiencia con las gamas de los días anteriores piensa “se jod… el lance” y efectivamente en unos segundos la hembra pega el arreón y tras ella el macho. Paulino pregunta qué ha pasado y JJ le dice que solamente veía las ancas, pero Paulino le dice que ha hecho mal, que si le rompe las caderas lo deja sentado y era gamo cobrado y rececho acabado y que el gamo era muy bueno sin llegar a medalla y que en un monte tan cerrado hay que acudir a los tiros de recurso aunque no sean limpios. Se ve que le sienta mal que mi amigo no haya aprovechado la ocasión, pero JJ nunca ha tirado así, siempre tira a matar, no a dejar inválido. A Paulino se le nota algo disgustado, al fin y al cabo llevan tres días y para una oportunidad que se presenta… además sus ingresos dependen mayormente de los trofeos no del día de caza. Bueno, el caso es que ya no se escuchó otra ronca en toda la mañana y se fueron a comer.

JJ y Lissi decidieron apurar el regreso, cazar por la tarde y regresar a casa de noche, el problema fue que sin ronca y con el suelo restallando a cada paso había pocas oportunidades. Una vez puesto el sol regresando al coche Paulino se detuvo de golpe y por señas indicó que debajo había un macho bueno y le puso el trípode en posición, el caso es que aunque JJ es un hombre tranquilo notaba la presión de que era la última oportunidad mientras que por el hueco del arbolado a través del visor veía pasar una hembra tras otra, hasta que vio pasar unos cuernos que con el visor y la oscuridad le parecieron suficientemente grandes y soltó el tiro dejando al gamo en el sitio y a Paulino diciendole “¿qué has hecho?” y mi amigo diciendo orgullosamente “lo he dejado seco” y el guía “sí pero al pequeño” mi amigo “no me jod…s que no es para tan pequeño.” Pues sí era pequeño. Era un gamito, el de la foto, exquisito para comerlo, por cierto. JJ se quería meter debajo de algo, desaparecer, la sensación de la pifia era enorme pensando además que se tendría que gastar un precinto en semejante criatura. En fin el caso es que Paulino le dijo que no se preocupase que tenía precintos de sobra y tras aviar a la víctima fueron al hostal y ajustando las cuentas le cobró un precio módico por el infante abatido y se quedó la cabeza para que su socio Juan la pusiera de frontal en una tablilla y mandársela como recuerdo de su primer gamo. Por último antes de despedirse quedaron en que aunque tenían todas las fechas comprometidas si había algún fallo o hueco le llamaría para intentar de nuevo cazar un buen gamo y en la ronca.
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La víctima del “novato” JJ

Primer corolario de la Ley de Murphy: Cuando parece que ya nada puede ir peor, la cosa empeora seguro.

Si la cacería había acabado bastante mal la cosa no acabó ahí, entre avío del animal, precintado y certificado para llevar la canal, se hizo totalmente de noche, de regreso por la Sierra de Albarracín había que ir despacio pues además de muchas curvas, había muchas reses de cervuno y ganado junto a la carretera. Iban tan tranquilos habiendo pasado el tramo peor cuando nada más pasar Orihuela del Tremedal, se les pega detrás la Guardia Civil con la sirena. Mi amigo se orilla y pregunta si ha cometido alguna infracción y los agentes le dicen que no, que están controlando el furtivismo y que si lleva alguna res o arma y mi amigo naturalmente dice que sí, que de todo. Ahí empezó el interrogatorio: de donde vienen a estas horas, que a donde van, que cómo es que van a Pamplona por este sitio (opción más rápida según Google Maps) que a ver los permisos para cazar, que donde han cazado el gamo, que por qué no tiene el precinto (estaba con la cabeza en Cuenca) que si a nosotros con este certificado de la carne no nos vale, que no tenemos por qué hablar con el gestor de la empresa de caza, que si vamos a comprobar todos sus datos, que a ver el rifle, que a ver la guía, que a ver la licencia y el seguro, otra vez que qué hace tan lejos de Pamplona, que si abra las cajoneras del coche, que qué tiene ahí, que qué hay debajo de ese cajón, etc, etc, más de media hora en la que solamente les faltó preguntar a Lissi si estaba secuestrada por ese abuelo disfrazado de cazador. Mi amigo se veía con la canal del gamo en las Hermanitas de los Pobres, con el rifle en la Intervención de Armas de Teruel y preparando el escrito de alegaciones, pero tras un largo rato de consulta con alguna central operativa o lo que sea, por fin les dejaron marchar no sin pedirles todos los datos de los gestores y advertirles que seguirían investigando. Tras este incidente “menor” llegaron a las tres y media o cuatro de la mañana a casa y al día siguiente pudieron ir cada uno a su trabajo.

La segunda oportunidad.

Lo bueno es que el sábado mientras fileteaba al gamito JJ recibió un mensaje de Paulino diciéndole que le había fallado un cazador y que tenía libres para recechar el día del Pilar y el siguiente, que la ronca era bastante fuerte y que no se había matado ningún gamo en la finca todavía salvo el “magnífico ejemplar” de la foto.

Rápidamente Lissi y mi amigo movilizaron los compromisos de sus respectivas agendas y el día 11 a la noche ya estaban en el hostal de Tragacete pues en Huélamo no había alojamiento libre.

En la cena Paulino además de bromear con lo de la Guardia Civil les comentó que por mala suerte no se habían matado gamos porque los clientes habían fallado el disparo hasta en dos ocasiones.

Quedaron para el día siguiente a desayunar a las siete de la mañana para ir a la misma finca donde cayó el pobre gamito. Al día siguiente todos puntuales desayunaron junto a una joven pareja de Ciudad Real que también iban de caza con Juan.

Rápidamente fueron a la finca cercana y nada más dejar los coches antes de amanecer ya escucharon dos roncas distintas. Esperaron un poco que hubiese más claridad y Paulino les dirigió magníficamente teniendo en cuenta los aires y las posibilidades del terreno hasta situarse a unos ochenta metros o cien de la ronca, advirtiendo antes a mi amigo que en cuanto viese las reses no se preocupase del trípode, buscase un apoyo en un árbol y esperase sin moverse a que en alguna de las vueltas el gamo se acercase y se descubriese en algún hueco de la maleza.
Por fin empezaron a ver el movimiento cada vez más cerca y JJ buscó apoyo en un pino seco medio caído, respiró hondo y se acomodó con el visor al mínimo de aumentos y el seguro quitado apuntando a un pequeño claro por donde no paraban de moverse gamas y algún macho joven además de verse unas hermosas cuernas del responsable de todo aquél jaleo que no paraba de roncar y perseguir a los jóvenes de alrededor, así entre idas y venidas fue pasando un rato que se hizo eterno, la mano se cansaba de sostener el rifle y el macho trasponía una pequeña cresta y no dejaba ver más que la cuerna y vuelta a empezar, hasta que en una de esas un vareto pasó corriendo el clarito y el macho grande que iba tras él se quedó un instante medio cruzado, suficiente para que mi amigo que estaba mirando el mundo por su visor le pusiese el punto rojo en el ijar buscando llegar a la paletilla contraria y disparase.

Tras el trueno del 7 mm el silencio se hizo total, un silencio casi ofensivo y angustioso, en un momento todo el barullo anterior se convirtió en un silencio atronador que diría JJ, el gamo había pegado una arrancada, el guía decía que le había visto encogerse pero que no sabía decirle si le había dado, mi amigo decía que estaba seguro de haberle dado, aunque por ser un disparo tan cercano no pudo oír el impacto de la bala en el cuerpo del gamo, Lissi decía que el gamo se había escapado corriendo, el guía le dijo a Lissi que siempre corren. Llegaron al punto y en el suelo se veían claramente las huellas del arreón de la arrancada pero no había ni gota de sangre por ningún lado, Paulino al que los otros dos cazadores anteriores que le habían fallado el disparo y se habían ido de vacío miraba a mi amigo con cara de preocupación, como pensando aquello de que “no hay dos sin tres”, buscaban desesperadamente sangre pero no se veía ni rastro, dieron unos pasos en la dirección de la arrancada, todo estaba lleno de huellas y cuando JJ empezaba a angustiarse y Paulino más, Lissi dijo gritando “ahí está, ahí está muerto” (bendita vista la de las mujeres) efectivamente en una hondonadita a unos treinta metros entre el monte solamente se veía lo que tenía que ser la pala de un gamo tendido, corrieron y efectivamente era un magnífico macho, felicitaciones de Paulino que estaba más contento que JJ, caricias de JJ al gamo, puesta en posición para las fotos y las manos de JJ otra vez comenzaron con un ligero temblor mientras sacaba el móvil del bolsillo, por fin el temblor de emoción que echaba de menos desde cobro del último ciervo en la Sierra de la Demanda.

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Esto si que es un gamo bonito.

Buena aunque ajetreada historia, sí señor.

Gracias por compartir.

Saludos

Menuda aventura! Gracias por compartirla!

Buena caza, enhorabuena a JJ!

Gracias por compartirlo

¡¡Bonito gamo que cobró JJ!!

Buen relato y buenas jornadas de caza vivieron tus amigos, enhorabuena!

Gracias por la historia Tusillo!! Una experiencia para tu amigo, asi es la caza. Y si la historia es tuya, te felicito por tus habilidades narrativas, te vaticino que la próxima novela será comparable a "Cien años de soledad"

Buen gamo por lo que mi mas sincera enhorabuena.

Saludos cordiales, y a seguir actuando para dar lugar a otras historias parecidas.

Por cierto, que nos tienes que narrar en el próximo capítulo en que termina el tema de Lissi, y el eventual secuestro por parte del abuelo. Esto ya en la sección de Corazón, Corazón,..

Abrazo de cazador,

Buen relato, enhorabuena a JJ por el gamo.

Ameno y divertido relato, gracias por compartirlo.

UN saludo