Hasta luego, Curro...

.......
Dice la canción 'Que de amor ya no se muere...', Y no digo yo que no sea cierto, ... para los que les ha tocado vivir este 'YA' del que habla el verso de la canción. Pero hubo otros tiempos y otros hombres y mujeres, con otro concepto de la lealtad, de la fidelidad y, en definitiva, del amor.

Curro, ¡Cuantos conejos nos hemos colgado juntos en nuestro coto! Allá donde estés, te acordarás de cuando le dí la vuelta con los perros a la pedriza de la Cabrillana, estando tu puesto en el espino blanco, justo enfrente del raspón de la pedriza, por donde asomaban los conejos empujados por los perros... Y un tiro tras otro vaciaste la canana entera. Los veinticinco cartuchos disparados en menos de 5 minutos, sin poder tirar a todos los que te entraron, claro. ¡Si habría conejos entonces en el coto!

Y estando en Malabrigo, cuando el perro señaló en la chueca de un olivo y al meter yo la vareta salieron dos conejos, uno que tu doblaste y el otro  - entonces éramos mucho más jóvenes - que me dio a mi tiempo a salir de la copa del olivo, coger la escopeta que tenía apoyada en el tronco y matarle el conejo al perro en el mismo hocico....

¡Cuantos y cuantos buenos ratos de caza y de posteriores comentarios en el bar que regentó mi padre durante muchos años! Tu hermano Pepe, mi padre, José 'EL Cojo', 'Colorín'... y yo, que pasé de chaval que se limitaba a escuchar y a lo sumo a beber un vaso de Casera de naranja,  a contertulio con cerveza por delante y partícipe de los mismos lances. Toda una vida que parece haber pasado en un chasquido, en el tiempo que tarda una liebre en ponerse fuera de tiro - ¡Con lo que te gustaban las orejonas!

Desde que murió tu amada esposa, hace dos años, ya dejaste de venir por el pueblo. Yo sabía de la depresión que te causó esta pérdida por tu hermano Pepe. Me dijo que llegaste a perder cuarenta kilos de peso en estos meses, que una vez que viniste por su casa, cuando te llevó a tomar una caña al bar del Mellizo, de los paisanos que por allí alternaban, ninguno se acercó a saludarte, porque no te reconocieron. ¡Como se puede llegara a poner un hombre para que en el transcurso de dos años se vuelva irreconocible incluso para sus amigos de la infancia del mismo pueblo!

Mira que tus hijos y hermanos intentaron hacerte ver la vida de otra manera. La de veces que te dijo Pepe que volvieras a ir al campo con él, de caza, a coger espárragos,... a lo que sea que posibilitara que se soltase la garra que te estrujaba el corazón y con cuyo dolor no pudieron ni psicólogos, ni psiquiatras ni medicinas.

Bien hizo tu hija en llevarse la escopeta de tu casa y esconderla en lo más recóndito de la suya. Pero para la obsesión de una desesperanza de amor y el disponer de todo el tiempo del mundo, no hay rincones inaccesibles. ¡Quien me iba a decir que la vieja Laurona que tantas satisfacciones te dio en el campo, se iba a cargar anteayer mismo la peor de las faenas antes de ser desguazada!

Lo dejaste todo atado y bien atado, mediante escritos a tus hijos y a tus hermanos. Incluso que se repartieran tus cenizas por el coto en los enclaves donde tanto disfrutamos de nuestra común afición. Por supuesto que en dichos escritos pediste perdón de antemano y entiendo también que no encontraras otro camino. Se te perdona, pero no se te olvida. Espero que el estar junto a tu queridísima mujer te alivie definitivamente el pellizco inhumano que atenazaba tu corazón.

Hasta luego, amigo Curro.

Preciosa despedida para tan desgarradora y trágica historia .
Descanse en paz.

Me gusta, demuestra mucho sentimiento
Descanse en paz

Lo siento compañero, lo siento mucho... y lo entiendo (DEP).

Preciosa despedida, para un buen amigo.
Que descanse en paz.

Lo siento mucho.

Lo siento mucho amigo podenco. Le has brindado una preciosa despedida. Descanse en paz.

Bonitas palabras para tu buen amigo, dios lo acoja en su seno.
Descanse en paz.

Siento muchísimo lo de tu amigo y compañero.

Maestro Manuel:
Me uno a tu dolor, pues este verano viví una situación parecida, y aunque el sentimiento es algo íntimo que cada cual lo experimenta a su manera, puedo comprender como os podéis sentir sus cercanos.
Él os pidió perdón y tú no sólo le perdonaste, si no que le has brindado un homenaje que seguro le ha hecho más liviano el amargo trago de tener que elegir.
Ánimo Manuel.

Lo lamento mucho podenco, descanse en paz.

Manuel, un abrazo.

Gracias amigos.

Fue un hombre cabal toda su vida. En estos dos últimos años, su final ha sido una 'Crónica de una muerte anunciada'. No por ello menos dolorosa.

Bonito homenaje, Manolo.

Bueno, allí donde sea que vayamos cuando dejamos en este mundo solo nuestra parte perecedera... Curro y su mujer están nuevamente juntos. Muy a pesar de quienes, aquí en la Tierra, le(s) apreciastéis, ya que su partida fue de un modo tan rematadamente traumático.
Bellísimo homenaje.

Siento reflotar este desgraciado hilo.

Bonito homenaje, podenco. La muerte de una persona cercana, familiar o amigo, siempre es dura, muy dura ... pero creo que en estos casos la pérdida te deja un amargor adicional, impregnado en el alma para siempre. Yo, desde luego jamás volveré a ser el mismo después de aquel precioso, veraniego e hijo de puta día de Junio.

Hace cuatro años y medio viví la misma experiencia que tú narras; sumido en una profunda depresión mi tío, con el que me unía una relación muy especial (yo no soy mucho de demostrar sentimientos, pero vive Dios como lo quería y como lo echo de menos) decidió quitarse la vida de igual modo.

Aún no sabemos de donde sacó la munición, pero mientras aquel mismo día arrojaba a la bahía de santander una bolsa llena de balas del 9 que le habíamos escondido, junto a mi primo, juré ante todo lo que me pudiera escuchar que jamás volvería a empuñar un arma de fuego.

Ahí entendí a la gente que aseveraba que "la pena puede llegar a doler". Duele, duele y jode.

No quiero ahondar más en sentimientos dolorosos, quien más quien menos nos hemos visto en percales similares. Simplemente me ha emocionado mucho tu texto, lo encuentro muy bonito y muy sentido.