Macho montés de Jarillo.

Desde el Maestrazgo turolense han llegado buenas noticias sobre el rececho que ha realizado nuestro amigo Víctor (Jarillo) sobre un macho montés selectivo.
Aquí os cuelgo la foto del contentísimo cazador y su bonito macho.
Cuando regrese de la aventura colgará la consabida crónica.
Sólo adelantar que han pasado algunas penurias por las inclemencias del tiempo y la dureza del terreno.
Felicidades Víctor.

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Enhorabuena Victor !

Que tío más grande, enhorabuena Víctor!

Enhorabuena.

Enhorabuena Victor

Enhorabuena Víctor!!!!!!

Felicidades !!! Esperando esa cronica..

Saludos

Enhorabuena Victor!!

enhorabuena tocayo

Enhorabuena Victor.

Enhorabuena compañero

Enhorabuena

Enhorabuena, Jarillo.

¡Enhorabuena! Ya nos contarás...

Enhorabuena Victor!!!

Enhorabuena.

Que tio este JArillO! enhorabuena de la buena!

Enhorabuena.

Enhorabuena.

Enhorabuena.Cuéntanos si te gustaron esas sierras.

Enhorabuena de nuevo victor!!! Todos esperamos la cronica asi que no te demores muxo...jajaja

Lo primero daros las gracias a todos, especialmente al amigo Juanjo (Romeral) con el que he estado en constante contacto desde las gélidas y frías tierras turolenses.
Esto comenzó medio de chirigota. Tres amigos, allá por el verano pasado, medio que nos pusimos de acuerdo para conocer esta nueva modalidad de caza a especies totalmente desconocidas para nosotros. Así decidimos, en primera instancia, apalabrar un paquete de unas 9 ó 10 hembras de montés, y así conocer otros sitios y formas de caza. Por cuestiones de caza, uno de ellos nos dijo que no podría venir, ya que se había quedado con un venado de berrea y desistía de las cabras. Aún así, los dos que quedábamos, seguíamos con ganas de ello. Transcurridos unos meses, me puse en contacto con un amigo para cerrar el paquete, que pasaría de ser de hembras a machos selectivos de 5 años. Buen comienzo para nuestra primera experiencia en caza de media montaña. Un mes después se unió a la expedición otro amigo y así se cerró la cosa, 2 días de caza para 3 selectivos de 5 años.
Llegó el momento, 20 de enero del presente. La semana anterior tuve que quemar la página de la AEMT y del Tiempo, pues se preveía temporal, y así fue. La dichosita ciclogénesis explosiva y todo lo que trae aparejado, hacía su aparición un día antes de subir a Teruel. Aún así, y nos echamos la “manta a cuesta” y partimos hacia arriba. Mal tiempo tuvimos por el camino. Cayó ese mismo día una nevada de tres pares de narices y no veáis que penurias para subir esos puertos del Maestrazgo. Sin cadenas y encomendándonos a las quitanieves, llegamos a nuestro destino, no sin antes pasar muchos sudores.
Amanece el lunes nevando, el primer día de caza. Se presentan en el hotel el organizador y un paisano (buenas personas y profesionales donde los haya), y decidimos salir al campo. De nada sirvió, ya que una hora más tarde estábamos de nuevo en el hotel ya que era imposible cazar de la nieve que caía y el frío que hacía. Según decía la AEMT a la 1 dejaría de nevar, y así fue. Nos volvimos a preparar y al lío.
Anduvimos por la zona baja del pueblo, buscando cabras que estuvieran en las costanas más resguardas y protegidas del frío y fuerte aire de rachas de más de 60 km/h. Y tuvimos suerte. Nada más bajarnos del TT vimos una hembra y dos crías. Justo en la costana de enfrete, al otro lado de un gran barranco, debajo de un pino, estaban echados al solecito un macho impresionante (posible plata, según el organizador), otro de unos 8 años y uno que cumplía lo que buscábamos. Decidimos entrarles con el aire de cara por unos bancales. Una entrada espectacular nos hizo ponernos a unos 60-70 m de ellos. Pero al dar vista al pino, no lo veíamos al macho pequeño, pensando se había levantado he ido. Al final me percaté que estaba allí. Toqué al organizador para que se percatara, me dio el beneplácito, me apoyé en la horquilla, echándome el rifle a la cara pero sin poderlo verlo por culpa de unas aliagas. Mejoré la posición y ahora sí. Cruz al codillo y muy despacio fui apretando el gatillo hasta que la bala del 7-08 sonó en aquel inmenso barranco. El macho salió dando un gran salto bancales abajo. Mi amigo David me dijo que solo había visto salir a los dos grande, pero al pequeño no. Así, nos acercamos al tiro y a los dos metros vimos gran cantidad de sangre. A unos 15 metros del tiro, el animal yacía muerto. Tiro perfecto, que tan solo la propia inercia del salto y la orografía del terreno habían hecho posible esa pequeña carrera.
Abrazos, felicitaciones, fotos, mediciones y precintado de la cabeza del animal, ponían fin a unos días cargados de ilusión. De poder disfrutar de una nueva experiencia cinegética, de conocer nuevas zonas de caza, de conocer a nuevas gentes y de disfrutar de la compañía de amigos. Que al fin y al cabo, eso es la caza.
De los dos machos restantes, cobramos uno y el tercero se fue pinchado. Después de un pistéo de unos 4 km tras la sangre, no fuimos capaces de dar con él. ¡Qué animales más duros!.
En fin, ya me podéis ver en la foto, aunque muerto de frío, muy contento con la experiencia.
A la vuelta nos volvió a acompañar la nieve. Desde Teruel a Madrid, una nevada impresionante nos acompañó ayer en el camino. Pero esto es así. “Sarna con gusto, no pica”.
Un saludo a todos y muchas gracias.

P.D. Aquellas tierras me han enamorado.

Gracias por la crónica Victor y enhorabuena!!!

Enhorabuena de nuevo Victor.
Bonita experiencia.

Enhorabuena Victor
Un saludo


Pd: Si te a gustado la caza del macho no dejes de probar con un sarrio