Giancarlo Pedretti, maestro grabador y pionero en el comercio de armas italiano, murió inesperadamente el 28 de septiembre. Tenía 69 años.
Su hijo Stefano, colaborador creativo desde principios de los noventa, continuará el trabajo de Studio Pedretti con su reducido personal.
Nacido en 1947 en una familia de fabricantes de armas y cazadores en Gardone, Giancarlo fue testigo del renacimiento de la posguerra de la industria de las armas deportivas en su ciudad natal. Su padre y sus tíos trabajaban en Beretta, donde fueron elegidos para la producción especial de escopetas de la serie SO y otras armas de fuego finas en pequeñas tiendas. Allí, el padre de Giancarlo se acercó al maestro grabador Tononcelli para expresar el interés de su hijo en convertirse en grabador, y a la edad de 13 Giancarlo comenzó un aprendizaje de tres años, luego de lo cual fue contratado de inmediato.
Giancarlo procedió a ampliar los límites de su arte y oficio durante más de 50 años y todavía estaba trabajando duro en el banco de Studio Pedretti. “Fue el primero en abrir la tienda todas las mañanas y el último en cerrarla todas las noches”, dijo Elena Micheli-Lamboy, coautora con su esposo, Stephen Lamboy, del espléndido libro Giancarlo & Stefano Pedretti: Master Engravers . Giancarlo sufrió un ataque cardíaco en su casa por la noche, dijo, aunque estaba en buena forma física debido a su entusiasmo por las caminatas y la caza en las montañas circundantes.
Al principio de su carrera, Giancarlo desarrolló una reputación como un grabador de múltiples talentos en una variedad de estilos, desde pergaminos hasta escenas de juegos bulino. Cuando Stefano terminó la escuela de arte y se dedicó al grabado, llevó el grabado bulino a nuevas alturas de superrealismo artístico, y el equipo de padre e hijo se hizo especialmente popular por los antecedentes de Giancarlo y los pergaminos que enmarcaban el trabajo bulino de Stefano.
Gaceta de juegos y armasEn 1990, los Pedrettis se convirtieron en los primeros italianos encargados de grabar una pistola por Purdey. Según Micheli-Lamboy, esto era indicativo de una de las mayores habilidades de Giancarlo: ver más allá de los límites tradicionales del comercio de armas de Val Trompia. "Pedretti Studio probablemente hace más trabajo para los fabricantes de armas británicos que cualquiera de los grabadores italianos", dijo. "[Giancarlo] realmente pudo romper esa barrera, como lo es Stefano hoy".
Es comprensible, según Micheli-Lamboy, que "cientos y cientos" de personas asistieron al funeral de Giancarlo, "probablemente el 80 por ciento de ellos del comercio de armas".
Giancarlo Pedretti fue sin duda un hombre de su tiempo y lugar, y creó su arte en virtud de incontables horas de disciplina y devoción. Su trabajo colaborativo con su hijo deja un legado que tal vez nunca se iguale.
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