Berrea 2017

Pues, tal y como lo cuentas, debería haber sido la o... haber vivido ese momento.

Todos los pueblos de Aliste que van hacia el oeste , lindando en algunos casos con la frontera Portuguesa y los que se abren hacia el Noroeste en dirección Puebla de Sanabria tienen un nosequé que solo se siente ahí . Son como de otra época , sus sierras no muy abruptas y casi vírgenes son únicas , parece que no ha pasado el tiempo , sus gentes tienen casi todas historias de lobos ; yo he vivido encuentros muy, muy cercanos con ellos y en una ocasión presencié como le daban un gancho a una pareja de corzos , los he oído aullar en muy pocas ocasiones pero jamás me he visto en una como la tuya Nacho , vaya experiencia . Muchas gracias por compartirla en tan buen relato .
Saludos

Joderr que emoción ! Fantástico relato, como siempre.

Yo me hubiese cagado jeje

Que buena experiencia !!!

Buffffff, tiene que ser una sensacion.......

buen relato,

Oscuridad total, apenas luna nueva visible, lejano se escucha el ronco berrido al poco contestado por otro más limpio y atildado, con celeridad y poca precaución gano terreno antes del clareo del día, la ausencia de rocío magnifica mi andadura, confiado en la distancia y favorecido por los buenos vientos rápidamente recorto terreno, la función ha comenzado, el drama esta en todo su apogeo, tengo entrada en el patio de butacas y debo incorporarme al espectáculo sin ser advertido por los actores y resto de invitados.


Con las primeras luces del alba atisbo entre las jaras una  trocha  que me ataja el camino unos cuantos de metros, atravesado el jaral frente a mí aparece una cortina de robles y tras ellos siento la refriega, estoy muy cerca, a cada bramido le gano tres metros, paro, escucho, siento… otro berrido y ya estoy atrincherado tras el tronco de un viejo roble, la visión que tengo sobrecoge,  la dramaturgia es sublime, dos valientes y bravas bestias  caminan en paralelo, exhibiendo galantería a tres ciervas que expectantes siguen la función.


Las astas entrechocan con fiereza, fuego y vehemencia en los ojos, mugidos que me estremecen,  dantesca la escena cubierto todo bajo una nube de polvo,  sin pestañear exhorto contemplo como uno de ellos pierde el apoyo del tren delantero y es violentamente golpeado por su contendiente en el costado, se incorpora y se aleja apenas una treintena de metros, no quiere renunciar aun a la gloria de las damas, berrea con más  rabia si cabe, lanza de nuevo su guante a la arena, el duelo no ha terminado, extasiado por lo que veo me siento paralizado, el arma yace acostada sobre el trípode dispuesta acabar el teatro pero no puedo, quiero estar hasta el final, nuevamente la violencia en la embestida te cruje el alma, este segundo acto es más efímero y ahora si el vencido en alocada carrera desaparece seguido por su adversario, momentáneamente pierdo a ambos de vista entre bambalinas, pero no, el berreo extenuante del victorioso se dirige de nuevo al escenario, ahí está gallardo, cuello estirado, garganta al cielo , y como tantas veces me ha pasado sin saber cómo y por qué , mi dedo aprieta el gatillo , el animal trota cuarenta metros sin aparente daño se para y me mira, quizás preguntando si no me gusto el drama, a través de la lente veo perfectamente llorarle la sangre codo abajo, trastabilla y cae bravamente contra las jaras, la obra ha acabado, no hay vítores, no hay aplausos … pero si hay dos corazones rotos, uno por un balazo y otro por la profunda emoción que me produce haber podido vivir nuevamente el grandioso espectáculo de la berrea en uno de los parajes más salvajes de esta mi querida España.


Viva la caza, Viva la berrea, Viva España¡¡¡
Luego subo una fotillo.

Enhorabuena Nacho.
Y estremecedor el relato de los lobos. Se me había escapado pero es genial.

nachenuni escribió:

Oscuridad total, apenas luna nueva visible, lejano se escucha el ronco berrido al poco contestado por otro más limpio y atildado, con celeridad y poca precaución gano terreno antes del clareo del día, la ausencia de rocío magnifica mi andadura, confiado en la distancia y favorecido por los buenos vientos rápidamente recorto terreno, la función ha comenzado, el drama esta en todo su apogeo, tengo entrada en el patio de butacas y debo incorporarme al espectáculo sin ser advertido por los actores y resto de invitados.


Con las primeras luces del alba atisbo entre las jaras una  trocha  que me ataja el camino unos cuantos de metros, atravesado el jaral frente a mí aparece una cortina de robles y tras ellos siento la refriega, estoy muy cerca, a cada bramido le gano tres metros, paro, escucho, siento… otro berrido y ya estoy atrincherado tras el tronco de un viejo roble, la visión que tengo sobrecoge,  la dramaturgia es sublime, dos valientes y bravas bestias  caminan en paralelo, exhibiendo galantería a tres ciervas que expectantes siguen la función.


Las astas entrechocan con fiereza, fuego y vehemencia en los ojos, mugidos que me estremecen,  dantesca la escena cubierto todo bajo una nube de polvo,  sin pestañear exhorto contemplo como uno de ellos pierde el apoyo del tren delantero y es violentamente golpeado por su contendiente en el costado, se incorpora y se aleja apenas una treintena de metros, no quiere renunciar aun a la gloria de las damas, berrea con más  rabia si cabe, lanza de nuevo su guante a la arena, el duelo no ha terminado, extasiado por lo que veo me siento paralizado, el arma yace acostada sobre el trípode dispuesta acabar el teatro pero no puedo, quiero estar hasta el final, nuevamente la violencia en la embestida te cruje el alma, este segundo acto es más efímero y ahora si el vencido en alocada carrera desaparece seguido por su adversario, momentáneamente pierdo a ambos de vista entre bambalinas, pero no, el berreo extenuante del victorioso se dirige de nuevo al escenario, ahí está gallardo, cuello estirado, garganta al cielo , y como tantas veces me ha pasado sin saber cómo y por qué , mi dedo aprieta el gatillo , el animal trota cuarenta metros sin aparente daño se para y me mira, quizás preguntando si no me gusto el drama, a través de la lente veo perfectamente llorarle la sangre codo abajo, trastabilla y cae bravamente contra las jaras, la obra ha acabado, no hay vítores, no hay aplausos … pero si hay dos corazones rotos, uno por un balazo y otro por la profunda emoción que me produce haber podido vivir nuevamente el grandioso espectáculo de la berrea en uno de los parajes más salvajes de esta mi querida España.


Viva la caza, Viva la berrea, Viva España¡¡¡
Luego subo una fotillo.

Espectacular relato! Bravo!

Enhorabuena, Nacho! Estás que te sales.

Enhorabuena Nacho ! Buen venao y fantástico relato .
Gracias

Me parece un venado precioso! Reitero mi enhorabuena!

enhorabuena amigo, el sueño de todos, menudo pepino

Joder Nacho, me vas a matar........ese relato es digno de un premio literario y la pasión y amor que desmuestras en el monte digna de envidia por cualquier cazador que pise este mundo. Bravo por el relato, por el lance y por el trofeo, gracias por contarlo.

lo del relato ye de matricula de honor como siempre

VIVA ESPAÑA AMIGO

Impresionante !!!!, enhorabuena.

Joer vaya relato digno de un escritor en toda regla, impresionante!!! Enhorabuena por el venado muy bonito!!

Saludos

Buen relato y venado,sí señor,enhorabuena.

Enhorabuena Nacho, fantástico relato, muy bien narrado. El venado es la bomba, un venado magnífico digno de los mejores sueños de un cazador.

Bravo! Bravo!

Espectacular; un animal sensacional y un relato magnífico. Gracias por compartir ambas cosas!!

Fantástico, sin más.

Como se nota que eres odonés jodio! enhorabuena!!!