Con tu permiso Roal, continúo con la historia.
A día siguiente el protagonista se encuentra con un amigo y le cuenta lo sucedido:
El amigo le dice; tú lo que tienes que hacer es imponerte antes de dar opción a que carguen contra ti. Veras yo cuando llego tarde a casa, antes de darla ninguna opción, le doy una patada a los juguetes de los niños o cualquier cosa que este por medio y le digo ¡¡¡todo por medio!!!! ¡¡¡Todo el día aquí y está todo sin recoger!!! ¡¡¡¡¡¡¡A recoger!!!!!!!!!!!!! Monto el número y la achanto antes de que pueda reaccionar, así que se pone a recoger apurada y se olvida de que he llegado tarde.
Se van los dos amigo a tomar unas copas y les dan las 5 de la mañana.
Así que según iba para casa, iba reflexionando en lo que le había dicho el amigo, y pensando si tendría suerte y habría algo por medio, para poner en práctica el consejo del amigo.
Llega a casa abre la puerta, y nada por el pasillo, se va al salón y nada, todo recogido, en esto la mujer que se despierta y sale a su encuentro, este que la ve venir y reacciona; ¿¿María has visto mi camisa blanca??
.-María; Esta sucia.
Sucia????, ¡¡¡¡¡¡¡si me la tengo que poner mañana para trabajar!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡María a lavar!!!!!!!!!!!!
María se le queda mirando fijamente………
Y continua; María a lavar!!!, a la bín!!, a la bin bon ban!, María!!, María!! y nadie más!!!!
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Cazar es un menester duro, que exige mucho del hombre; hay que mantenerse entrenado, arrastrar cansancios extremos, aceptar el peligro.Implica toda una moral y del más egregio gálibo. Porque el cazador que acepta la moral deportiva, cumple sus mandamientos en la mayor soledad, sin otros testigos ni público que los picachos serranos, la nube vaga, la encina ceñuda, la sabina temblorosa y el animal transeunte.
No es esencial a la caza que sea lograda. Al contrario, si el esfuerzo del cazador resultase siempre, indefectiblemente afortunado, no sería esfuerzo de caza, sería otra cosa.D.José OyG.