Corzos para Dummies

Gracias, EBP. ¡Así lo haré!

Ignasi; el documento es una pasada; muy interesante. Lo he imprimido y hecho encuadernar, y se lo traerán mañana los Reyes al chaval. ¡Gràcies!

Un saludo y feliz noche de Reyes

muy interesante el documento

Vamos allá con una nueva crónica corcera de este hilo que empezó medio en broma y se está convirtiendo en una verdadera escuela para mí (y en un diván de terapeuta cinegético, también... )

Salimos de casa prontito, aunque el "prontito" de enero para estar en el campo de amanecida poco tiene que ver con el de junio.

El tiempo era fresquito...

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... lo que me hizo valorar la posibilidad de abortar la misión.

Mi mujer siente un extraño aprecio por nuestro hijo y estoy seguro que valoraría muy negativamente que se lo devolviera con un dedo menos, o sin orejas, o con la nariz gangrenada por el frío pasado durante la espera al corzo.

Sin embargo pronto compruebo, ¡cuantas veces van ya!, que los hombres minusvaloramos la increíble capacidad de las mujeres para proteger a sus cachorros, y de la profunda desconfianza que sienten ante nuestra capacidad para hacer lo mismo.

Cuando le digo al niño que hace mucho frío y que si quiere lo dejamos (se acaba de despertar al llegar al coto), me dice que no me preocupe, que mamá le ha puesto mucha ropa. Me lo demuestra y entiendo por qué mi hijo me parece más rechoncho esta mañana: tres pantalones, cinco (sí, sí, cinco) camisetas, dos de ellas térmicas, jersey, braga, pasamontañas, doble par de calcetines, guantes, un plumón, una mantita y...¡¡un cojín!!

Ya más tranquilo, porque el chaval podría hacer la espera al oso polar en mitad del Polo Norte, nos dirigimos hacia el puesto. Aún a oscuras, aunque ya empieza a clarear, andamos los escasos setecientos metros que nos separan de él. Llegamos y nos situamos en el alto que he elegido con la ayuda del satélite para hacer la espera.

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(La foto es de la tarde, no de la mañana, pero ayuda a hacerse una idea del estado del esquimal )

La amanecida es espectacular, y pronto compruebo que he cometido un tremendo error: me he situado justo de cara al este, y cuando salga el sol iluminará por completo la loma en la que estoy e impedirá que vea los campos que estoy controlando desde mi posición. Demasiado tarde para rectificar, me calo la gorra a tope y hago de tripas corazón, convenciéndome de que no hay para tanto y que el sol tardará poco en elevarse lo suficiente como para dejarme ver. Primera equivocación.

También me doy cuenta de que estoy demasiado expuesto. Si bien una garriga me tapa al frente, a los lados estoy totalmente a la vista.Segunda equivocación.

Pero lo peor es que estoy situado de tal manera que dos árboles secos, muertos hace ya mucho tiempo, me tapan sendos barbechos que tengo a mi izquierda. Si algo pasa tras ellos, lo veré con claridad pero no podré tirar. Tercera equivocación.

Sé que debería mejorarme y buscar otra zona, pero cuando llego al campo y ocupo mi puesto me quedo clavado, sin atreverme ya a moverme. Como si ya estuviese siendo observado y necesitase de la más absoluta inmovilidad para pasar desapercibido cuanto antes. Siempre me ocurre igual.

Pasa apenas una hora, ya ha amanecido por completo y constato que no veo nada frente a mí mientras yo estoy iluminado como un actor en el escenario, cuando, de repente, oigo un fuerte ladrido a mi espalda, en lo sucio.

Me quedo petrificado sin atreverme ni a coger el rifle, que está en el suelo. Me giro lentamente mientras siguen los ladridos. El chaval se despierta, y me mira interrogándome con la mirada. Un corzo, le indico en completo silencio moviendo exageradamente los labios mientras me agacho lentamente y cojo el rifle.

El ladrido se hace más intenso. Está muy cerca, aunque se desplaza hacia nuestra izquierda. Me extraña mucho que no se vaya, ¡¡y que ladre tanto!! Pero sea como sea lo voy a tener a la vista de un momento a otro... Busco con el visor y lo veo. ¡Qué pequeño es!

No es un corzo. El animal que nos está echando la bronca es un zorro. Un zorro indignado que por alguna extraña razón nos entraba por la espalda y en lugar de huir al detectar nuestra presencia, se dedica a ponernos a caer de un burro.
Es increíble, y nunca en todos mis años por esos mundos de Dios me ha pasado algo parecido. El animal anda unos metros, se para, nos mira directamente y ladra. Como el perro del vecino de abajo, ni más ni menos.

La ladra prosigue durante unos minutos más y debo luchar contra contra la tentación de tirarle, aunque es muy pronto y no quiero dar al traste con la salida sólo por un zorro. Nunca sabrá el animal lo cerca que ha estado de pasar a mejor vida.

Acabada la monumental bronca, el monte vuelve a quedar en silencio y me pregunto si los corzos se habrán asustado por algo así. También me quedo pensando en lo similares que son ambos ladridos, el del corzo y el del zorro.

En esas estoy cuando lo veo. Es un bulto en mitad del campo, donde no había nada. Encaro los prismáticos y veo a un corzo pastando. De hecho no es uno, sino tres. Tres corzos que han aparecido de la nada y están paciendo tranquilamente la hierba que crece en el campo de trigo segado que no se ha sembrado este año.

Están a unos 250 metros, justo detrás del árbol seco y justo contra el sol.Como debe ser.

Busco a conciencia y no veo cuernos por ningún lado. Me fijo en sus colas e identifico una hembra con claridad. Están muy lejos y con el visor a tope (6X) el blanco es muy difícil. Les sigo a través del visor porque van andando hacia el bosquecillo mientras pacen y en pocos segundos los voy a perder.

¿Tiro o no tiro? "¡¡Tira!!" me dice el chaval. Y tiro. Dos veces mientras corren, a través del árbol y del contraluz. Pero entonces ocurre algo muy extraño porque del bosquecillo han aparecido cuatro corzos más que se unen a la carrera y desaparecen por el viso.

¡¡Siete corzos han salido en estampida!! No me lo puedo creer. Como si fuesen venados.

Por supuesto que no le he dado, y me maldigo por haber tirado. Con toda esa fauna por allí tal vez hubiese tenido alguna oportunidad mejor al cabo de un rato, o cuando el sol hubiese subido un poco. No sé, como siempre uno empieza con los "ojalás" después de un lance fallido.

¡Madre mía! ¡Siete corzos! No lo hubiera dicho en la vida.

Pasan los minutos y el chaval vuelve a coger el sueño, mientras yo me planteo si vale la pena seguir allí después del tiroteo, aunque me digo que sí, sobre todo porque son las nueve de la mañana y no tenemos nada mejor que hacer.

Son las nueve y media y estoy viendo tres corzos a través de mis prismáticos. Han salido por donde aparecieron los  tres de hace un rato, pero unos metros más arriba, en otro campo. Hay 280 metros y el otro árbol seco cumple su misión de estar en medio.
Despierto al niño. No hay cuernos ni nada que se le parezca por ningún lado. Pacen con calma, pero dirigiéndose a lo sucio y me empiezo a poner nervioso al no identificarles, hasta que finalmente consigo ver la cola a uno de ellos; el más grande.

Le fijo en el visor cuando ya está al borde del campo y tiro, aunque sin mucho convencimiento, a través del árbol seco que se interpone entre nosotros. Nada. Desaparece y aunque luego pisteamos por si acaso,  no vemos rastro alguno.

Hemos visto diez corzos esta mañana. Es increíble.

Estoy muy contento porque a pesar de no haber podido cobrar ninguno, he descubierto un lugar donde hay bastantes ejemplares. Ahora es cuestión de mejorar la postura e insistir. Vamos aprendiendo.

Vuelvo a la tarde a esperar hasta el anochecer pero no vemos nada, aunque nos despedimos con una sonrisa en los labios.

Volveremos a vernos.

Bonito relato, ya se nota que disfrutaste!

Suerte en la próxima!

Gracias, Ignasi!

Lo pasamos muy bien disfrutando del campo, y más aún constatando que por esa zona una espera más inteligentemente preparada puede acabar en éxito.

Un saludo.

buen relato, lastima no dar con ninguna corza, no te puedes aproximar mas y acortar un poco de distancia para la próxima espera ??

Por supuesto que sí, Daniel.

Este domingo tenemos batida, pero el próximo día que tenga ocasión ya tengo la postura elegida. Esta vez con el sol a la espalda y la sierra por la que aparecieron todos los animales enfrente, a no más de cien metros.

Un saludo.

Juan Lobón escribió:

Por supuesto que sí, Daniel.

Este domingo tenemos batida, pero el próximo día que tenga ocasión ya tengo la postura elegida. Esta vez con el sol a la espalda y la sierra por la que aparecieron todos los animales enfrente, a no más de cien metros.

Un saludo.

En invierno el corzo baja su metabolísmo a ritmos bajísimos, procura no gastar energía, se mueven muy poco y los careos son muy cortos, buscan solearse echados y al ir en grupos familiares no es dificil encontrarlos mientras sestean tomando el sol, su pelo los hace brillar lo que facilita aún más su localización ( siempre y cuando el cazadero no sea muy cerrado ) es realmente emocionante intentar acercarse muchísimo a ellos para hacer un tiro que no estropee nada la carne a la vez que ves si en el resto del grupo hay algún macho que apunte maneras o algún añal que sea claramente de tamaño inferior a los demás, pasando éste directamnete a ser la pieza elegida del grupo en vez de la hembra de turno. Así lo hago yo ( así lo intento hacer, debería decir ) buscando un tiro de cabeza pudiendo aprovechar toda la carne.

También sería interesante si puedes hacerlo, que mires la edad de las corzas que cobráis.
Como dato, el año pasado en las jornadas de caza de corzas de la ACE en las que participamos varios cotos de Guadalajara , entre casi treinta corzas cobradas, para la sorpresa de todos había solo una o dos del año y en el otro extremo de rango de edad , había varios ejemplares que pasaban de los 7 años .( creo recordar )

Gracias por tus consejos, EBP. Siempre son bienvenidos!!

Lo de tirar a un cabrito no lo veo muy claro por el tema de la identificación del sexo, no fuera a abatir un macho!
Respecto a lo de identificar la edad de las hembras que se abatan, pues lo haría con gusto pero me temo que mis conocimientos no dan para tanto.

Para esta temporada que viene me he apuntado a un vedado de Guadalajara, donde hay (teóricamente) una buena población de corzos. Podré ir más bien poco, por la distancia y eso, pero cazaremos por la misma zona

Un saludo.

Bueno, pues paso a comentaros mi salida de este fin de semana. Ciertamente hemos hecho un par de batidas, con lo que tal vez esto debería ir en "batidas" y no en "rececho", pero como este hilo es para aprender a cazar corzos...aquí se queda.

Empezamos la cacería muy tarde, sobre las diez y media. No sé si en otros lugares se hace igual, pero aquí se da mucho tiempo para que los animales se encamen (y para que se hagan las butifarras, y la careta de cerdo, y el tocino, y el pan tostado...), y entre unas cosas y otras se empieza a cazar como los señoritos.

Como en la cuadrilla no abunda la juventud, me ofrecí para meterle piernas al asunto y por ello nos asignaron a mi chaval y a mí un puesto que estaba en lo alto de un cerro. El cerro ya parecía alto desde abajo, pero al subirlo uno se daba cuenta de por qué no había cola para cubrir ese puesto.

Curiosamente, un paso muy claro atravesaba justo por ahí, ya que los animales que cruzan de un vallejo a otro tienen desniveles demasiado pronunciados y por ahí pueden hacerlo con bastante tranquilidad. Por ello nos situamos justo en la cima, en mitad del paso y con una visibilidad de 360 grados y de muchos kilómetros.

Los batidores salieron justo bajo nuestra posición, echándole lo que había que echarle para atravesar el barranco y subir luego por otra loma, mientras nosotros contemplábamos con los prismáticos toda la acción desde nuestro mirador.

No tardaron demasiado en arrancarse una pareja de corzos,tan lejanos que no nos dieron oportunidad alguna de disparo, aunque sí ofrecía un bello espectáculo verlos atravesar con soltura los barrancos y subir las montañas con pasmosa facilidad.

Luego todo quedó en calma y pasó cerca de una hora hasta que los batidores pasaron por una loma que nosotros veíamos a la perfección. Entonces se armó el lío de repente, porque se arrancaron dos jabalines, tres corzas y un zorro, que curiosamente estaban encamados o escondidos en la misma zona.

Yo no hacía más que rezar para que alguno de aquellos animales, que venían en nuestra dirección, tomase la senda en la que me encontraba para abandonar la zona de caza, aunque no podría verlo hasta que subiese el barranco de la cara opuesta y asomara por la loma.

Pasaron unos minutos y pronto vimos un movimiento lejano. ¡Maldita sea, es el zorro! En efecto, la rabosa venía directa hacia nosotros, sin mucha prisa y mirando continuamente hacia atrás, donde ella creía que se encontraba el peligro.
La tenía metida en el visor y mientras la veía acercarse me preguntaba si sería la que nos ladró el domingo pasado, porque la zona era la misma. Puede ser.

En esas estábamos cuando el animal llegó a unos quince metros y, aún sin vernos, miró por última vez hacia atrás, pendiente de atravesar el viso y perderse definitivamente en el siguiente barranco. Fue lo último que hizo, porque el disparo la dejó completamente seca, sin mover ni siquiera la cola.

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No habían pasado ni tres minutos cuando una de las corzas cruza por delante de nuestra posición, a unos 250 metros, bajando hacia el barranco. La intento meter en el visor, pero no hay manera porque va muy deprisa y la vegetación la tapa, aunque la voy siguiendo en sus evoluciones por la ladera contraria, mientras ya la sube a toda velocidad.
Tengo el rifle bien apoyado en el trípode y me siento cómodo, aunque no pienso disparar porque hay 200 metros y va muy deprisa. Pero entonces la corza se para y se pone a mirar hacia atrás, dándome un blanco claro de perfil. Es el segundo que necesito para disparar.

Veo perfectamente cómo la corza se desploma, mientras oigo a mi chaval lanzar vítores. Levanta un poco la cabeza, pero enseguida queda inerte.¡He conseguido abatirla!

Luego, ya en casa y midiendo con Google Maps, vemos que la distancia real ha sido de 300 metros. Un disparo muy afortunado sobre un animal que, una vez más, ha pagado con su vida la costumbre de pararse a mirar antes de trasponer.

Tres horas más tarde, terminado el segundo gancho en el que vimos dos corzas más, subimos a buscarla y pudimos constatar que era un animal muy grande que con seguridad hacía los treinta kilos.

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Realmente parecía una cierva, y bajarla fue toda una odisea!!

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En fin, que se trató de un fantástico día de caza tras el que los congeladores vuelven a estar bien surtidos!!

Enhorabuena! Y sí, cierto es, esta crónica debería estar en batidas.

Pizarro escribió:

Enhorabuena! Y sí, cierto es, esta crónica debería estar en batidas.

O en los dos sitios y así no se rompe la estructura del post que quiere su autor ....

Yo para bajarla la hubiese destripado y cortado la cabeza, así lo hacemos aquí con los cabritos. Nosotros ya los bajábamos a cuartos, puedes tirar la carne que ha estropeado el rifle etc.
Enhorabuena, bonito lance, de esos que no olvidarás.

enhorabuena por la corza, y a buen seguro que disfrutas de su carne igual que disfrutaste el lance, gracias por contarnos con detalle todos estos días de caza.

Gracias, Martinal y Pizarro.

Es cierto que parecería más lógico que estuviese en batidas, pero este hilo en el que estamos ofrece una buena perspectiva del recorrido de un cazador que se inicia en la caza del corzo y puede ser útil a algún lector que algún día tenga la paciencia de seguirlo.
Muestra, lisa y llanamente, mi experiencia desde los primeros días en los que mi objetivo era simplemente ser capaz de verlos, puesto que para mí eran fantasmas, hasta mis primeras capturas.

Pepdark, yo soy muy "europeo" para esas cosas. Cuando cazo un animal me gusta llevarlo a casa tal cual, que lo vea la familia, disfrutar de su belleza y finalmente limpiarlo y congelarlo para  disfrutarlo en la cocina. Si algo echo de menos en nuestras batidas es alguna muestra de respeto hacia los animales cazados, esa liturgia con la que ellos acaban sus cacerías.

Daniel, no te quepa duda de que aprovecharé hasta el último gramo de su carne. Ya tengo los dos solomillos congelados y el resto de la carne madurando en la nevera. Posiblemente la congelaré ya cocinada para que me ocupe menos espacio en el congelador.


Finalmente, y por aportar algo al aprendizaje de la caza del corzo en batida, comentar la curiosa costumbre que tienen estos animales de regresar siempre al punto de partida. Es decir, que cuando los perros los levantan ellos suelen describir un gran círculo y vuelven a las proximidades de la zona en la que fueron levantados.

También hay otra costumbre de los capreolus que llama mucho la atención y que sin duda resulta fatal para ellos, y es la incapacidad que sienten de meterse en el monte o trasponer un viso sin antes darse la vuelta y pararse a mirar. Si hicieran como los jabalíes, que tiran recto y no paran hasta llegar a Pekín, no nos darían esa oportunidad que tan bien solemos aprovechar.

Un saludo.

Enhorabuena!! Una corza preciosa!
Yo fui a un rececho de corza este sábado cerca de Barcelona donde le tenía que dejar el rifle a un amigo que solo tiene escopeta y se le hace bastante complicado poder cazarlos. Al final me dijo que tirara yo, quedamos a las 7:15, yo quería poner el rifle a tiro antes ya que había cambiado de munición pero si lo poníamos a tiro me dijo que perderíamos la hora buena así que fui con el rifle tal cual, nos fuimos hasta una zona donde controlábamos varios campos, esperamos un rato a que clarease más, no vimos ni un solo bicho así que nos bajámos del coche preparamos los trastos y fuimos hasta unos campos de más abajo a ver que se veía, allí vimos un grupo de corzos, miré con los prismáticos y ví que la que estaba más cerca era una hembra y de perfil, un tiro perfecto, les hicimos una entrada por detrás de un montículo de tierra y subimos a éste donde nos quedaban por debajo, estaría a la que quería tirar a unos 60 metros, con la poca luz que había parecían 150 la verdad jaja, puse la mochila, apunté bien disparé y fallé, no vi el impacto así que me supuse que fue alto ya que estaba al margen del campo y por encima de ella quedaban unas matas, fuimos a ver si había sangre pero nada.

Seguimos buscando por diversos campos y prados y nada de nada, vimos rastros eso sí y incluso encontramos una cuerna de ciervo en muy mal estado. Nos fuimos a desayunar, seguimos buscando pero nada, después de un rato ayudándolo a hacer leña y a llevarla de aquí a allá fuimos a poner el rifle a tiro y efectivamente, los tiros iban más de 10 centímetros altos(utilizamos una diana de tiro estándar y quedaban por encima del 7 y a la derecha). Lo puse correctamente y nos fuimos a buscar a ver si veíamos alguna corza pero nada, dos zorros y ya está. Nos fuimos a comer que ya tocaba y dedicamos toda la tarde a buscar otra corza pero nada, fuimos a la zona donde encontramos la cuerna de ciervo y con el coche se nos cruzó un corzo a toda ostia que casi se nos estampa, ni tiempo tuve para ver si era macho o hembra.
Más arriba vimos una cierva con uno joven en medio de un prado y seguimos más arriba donde justo al sacar el rifle y a hacer los primeros metros andando cruzó a unos 200 metros un jabalí enorme que se fue a meter al bosque, miramos todos los rincones pero de corzos ni rastro.
Hay tiempo hasta el 26 de Febrero creo así que espero poder hacer la corza, no sé si yo o mi amigo pero mi rifle seguro que será el protagonista jajaja

Juan Lobón escribió:

Pepdark, yo soy muy "europeo" para esas cosas. Cuando cazo un animal me gusta llevarlo a casa tal cual, que lo vea la familia, disfrutar de su belleza y finalmente limpiarlo y congelarlo para  disfrutarlo en la cocina. Si algo echo de menos en nuestras batidas es alguna muestra de respeto hacia los animales cazados, esa liturgia con la que ellos acaban sus cacerías.

A mi también me gusta llevar a casa el animal cobrado para apañarlo pero , es aconsejable si el terreno lo permite, aviarlo cuanto antes sobre todo si tiene un tiro que haya roto paquete intestinal como parece ser el caso con el fin de evitar que la carne se contamine.

Juan Lobón escribió:

Finalmente, y por aportar algo al aprendizaje de la caza del corzo en batida, comentar la curiosa costumbre que tienen estos animales de regresar siempre al punto de partida. Es decir, que cuando los perros los levantan ellos suelen describir un gran círculo y vuelven a las proximidades de la zona en la que fueron levantados.

Cierto, tambíen no es raro verlos totalmente quietos esperando a que los perros les pasen muy, muy cerca ; en una ocasión pude observar la misma maniobra con lobos aunque cueste creerlo.
También el corzo cuando se tira y se pincha en zona " no mortal " generalmente las trayectorias de huida describen una semircircunferencia despistando al cazador que instintivamente si no se aprecia sangre se empeña en seguir una linea recta .

Juan Lobón escribió:

También hay otra costumbre de los capreolus que llama mucho la atención y que sin duda resulta fatal para ellos, y es la incapacidad que sienten de meterse en el monte o trasponer un viso sin antes darse la vuelta y pararse a mirar. Si hicieran como los jabalíes, que tiran recto y no paran hasta llegar a Pekín, no nos darían esa oportunidad que tan bien solemos aprovechar.

Un saludo.

Ya verás como cuando levantes el corzo más grande que hayas visto en tu vida y esperes a que se pare para tirarlo, ese, justo ese , es la excepción que confirma la rega .


Saludos

Gracias, Ignasi.

Lamento que finalmente no pudieras hacerte con la corza, aunque bien visto tendrás nuevas oportunidades de salir al campo y eso es bueno.
Nosotros tenemos aún varios permisos para hembras, de forma que voy a poder intentarlo próximamente haciendo alguna espera en la zona en la que los vi el otro día.

Efectivamente el tener el rifle puesto a tiro es imprescindible, y más aún para un blanco tan difícil como el corzo. Yo estoy realmente encantado con mi arma, pero sobre todo con el calibre. Me daba miedo que el 300 WM fuese demasiado para un animal tan pequeño, pero tras el cobro de este corzo me he quedado muy tranquilo. Además, tiré pensando que la distancia era de 200 metros, sin corregir nada en altura, y la bala apenas experimentó una caída significativa siendo la distancia real de 300 metros.

EBP, gracias por los nuevos consejos.

Efectivamente llevaba el tiro en la tripa, afectando al hígado. Dejando de lado que resulta desagradable aviar un animal con un tiro ahí, la carne estaba intacta, al menos la que yo aprovecho: los dos solomillos, los jamones, las paletillas y la carne del cuello.

Por cierto que un amigo carnicero me ha aconsejado que no la congele ni cocine inmediatamente, sino que la deje en la nevera unos diez días, para que madure la carne y se rompa la fibra. Así, me dice, estará mucho más tierna. Y creo que le seguiré el consejo.

Respecto a la quietud de algunos corzos al paso de los perros, la verdad es que lo estábamos comentando también el otro día. ¡Tienen muchos recursos!

Y sí, cuando me salga uno realmente grande no se parará, y si se para...¡lo fallaré!

Un saludo.

muchos cuando se paran ya es demasiado tarde para tirar, pero si lo hacen puede ser la ultima oportunidad para el cazador en poderle tirar.

yo alguno e abatido con calibre 30 y no hace mucho destrozo eso si era con el 308 w en 300 wm no se si en un tiro un poco cercano y tocando algo de hueso no se yo, en un tiro como el tuyo de tripa al no haber hueso pues tampoco expande demasiado el proyectil si saber con que punta tirabas y aun asi a los 300 metros ya se comporta muy correctamente el 300 wm

Tienes razón en lo que dices, Daniel.

Con el 300 WM he abatido ya una docena de reses (y el zorro)  y en ninguna de ellas he visto ningún destrozo importante salvo en una jabalina en la que la bala impactó en la columna. Ahí sí que el daño era espectacular.

Una cosa sí que tengo muy clara después de haber estado dudando y comentando el tema en este foro: me alegro muchísimo de haber comprado mi rifle en 300 WM en lugar de hacerlo en 30.06. Creo que no hay color; el calibre magnum sólo ofrece ventajas respecto al estándar, al menos para mí.

Un saludo.

yo hice lo contrario, me quite un santa en 300 wm que tenia porque pegaba unos estacazos que daban miedo y no podía disparar concentrándome en el disparo y asi no se caza nada bien pero reconozco que es un señor cartucho, por ponerle un pero lo veo mucho para el corzo pero cada uno caza con lo que quiere por supuesto.

Juan Lobón escribió:

y en ninguna de ellas he visto ningún destrozo importante salvo en una jabalina en la que la bala impactó en la columna.

Creo que no hay color; el calibre magnum sólo ofrece ventajas respecto al estándar, al menos para mí.

Un saludo.

Los destrozos ya los verás. Este octubre estaba a los venaos con el 300wm y termine tirando un corzo que se había reído de mí en anteriores ocasiones. El tiro fue algo larguito y se me quedo trasero. La cuestión es que al empezar a pelarlo, la mitad del bicho no valía para nada... parece ser que las bst lo deshicieron al pobre. Y como estas muchas...

Respecto a la segunda afirmación, date cuenta que el R8 es un rifle pesado y con una culata que ayuda a absorber el retroceso.... con un rifle más ligero no verías tantas ventajas como crees.

Para mí es un calibrazo pero domarlo tiene su miga.

Saludos

Puede que tengas razón, Santi. Hablo sólo desde mi escasa experiencia.

Una cosa sí que es cierta: con el 300 WM pierdo por completo de vista a la pieza tras el primer disparo, debiendo realizar un nuevo encare para meterla de nuevo en el visor. Con el 30.06 la verdad es que podía tirar sin sacar al animal de la retícula, aunque también es cierto que este rifle era semiautomático.

Por lo demás la verdad es que estoy muy satisfecho con el calibre.

Un saludo

Juan Lobón escribió:

Tengo el rifle bien apoyado en el trípode y me siento cómodo, aunque no pienso disparar porque hay 200 metros y va muy deprisa. Pero entonces la corza se para y se pone a mirar hacia atrás, dándome un blanco claro de perfil. Es el segundo que necesito para disparar.

Veo perfectamente cómo la corza se desploma,

Luego, ya en casa y midiendo con  Google Maps, vemos que la distancia real ha sido de 300 metros.

Juan Lobón escribió:

Efectivamente el tener el rifle puesto a tiro es imprescindible, y más aún para un blanco tan difícil como el corzo. Yo estoy realmente encantado con mi arma, pero sobre todo con el calibre.

Además, tiré pensando que la distancia era de 200 metros, sin corregir nada en altura, y la bala apenas experimentó una caída significativa siendo la distancia real de 300 metros.

No sé si podemos fiarnos de la precisión del google maps como medidor de distancias pequeñas. Como digo no lo sé. Ahora bien lo que si es una cosa cierta son los datos de trayectoria del 300 WMg. De 200 a 300 metros la bala cae no menos de 20 cms. Y 20 cms. en el cuerpo de una corza son una barbaridad de centímetros para no corregir en altura al disparar. Algo no cuadra en ese disparo.

Te digo todo esto únicamente para que no te quedes, ni tú ni nadie que nos lea, con la idea de que se puede disparar a un corzo a 300 metros sin corregir en altura con el 300 WMg. y tener éxito en el disparo.