anecdotas

abro este hilo para contar alguna anécdota curiosa que os hay pasado en alguna jornada de caza.
empiezo yo

quien de vosotros no ha matado varias piezas de un tiro, yo concretamente me ha pasado varias veces con conejos tirar a uno y a la hora de ir a cóbralo haber dos uno al lado del otro hasta, aquí todo bien, (también me ha pasado con un par de torcazes volando tirar untiro y caer dos) bueno prosigamos con los conejos.
ayer por la tarde, cuando temine de trabajar, cogi la escopeta y me fui al campo a molestar a los conejos como es habitual en mi según llegue ya baje del coche ya vi mas de 5 corriendo(pensé esto pinta bien) cual fue mi sorpresa ve vi mas de 50 conejos sin poder tirar a ninguno ( el permiso es por daños a la agricultura, no me dejan llevar perro pero si me dejan que use el huron pero no me gusta el bicho) cuando ya había pateado casi toda la finca (tendrá unas 40 hectáreas, toda ella sembrada de limoneros y granados) me asomo a un huerto de limoneros y veo un conejo, le decido tirar (con el cabreo que tenia de ver tantos y tan largos y no poderles tirar) y alla fue el tiro catapummmmmmmmm conejo patas arriba, voy a cóbralo y cual sorpresa la mia había dos ( esa no fue la sorpresa ya he dicho que me ha ocurrido varias veces) la sorpresa es que eran macho y hembra y los pille en pleno acto de reprocuccion osea que los jodi bien jodidos

aver el siguiente que seguro teneis alguna

estando mi padre, mi abuelo y yo de caza (yo sin escopeta pues tendría unos 12 o 13 años), íbamos mi abuelo y yo con los perros entre unos piornos, escobas y demás matorrales de buena envergadura, mientras mi padre se encontraba encima de una pared de piedra con vistas a una encerradera de conejos a unas decenas de metros de nosotros...
Al poco tiempo de andar por allí me advierte mi abuelo de lo recientes que estaban unas camas de jabalí, y nos ponemos a comentarlo entre nosotros cuando de repente se arranca un jabalí de los más grandes que he visto en mi vida por entre medias de nosotros, que nos hallábamos apenas a metro y medio , y nos deja en shock y casi sin poder articular palabra..
Empezamos a gritarle a mi padre: ahí te vaaaa!!!! ahí te vaaaaaa!!!! Y mi padre que esperaba algún conejo, al verlo venir casi se cae de la pared de piedra. Con los nervios ni atinó a cambiar los cartuchos, ni si quiera a descargar la semiautomática que llevaba...
Desde aquel día cada vez que pasamos cerca de aquel sitio nos acordamos de lo que nos ocurrió y nos echamos unas risas...
Aunque por otro lado, si le hubiese dado al jabalí por engancharnos a mi abuelo o a mi nos hubiera hecho buen destrozo... vaya boca tenía...