El último censo cifra en más de 200 los ejemplares en la Cordillera Cantábrica. En los años 90 eran 70

Asturias, Castilla y León y Cantabria son el hogar de más de 200 osos pardos. Así lo constata el último censo de población osera en la Cordillera Cantábrica, el relativo a los años 2013-2014, que ayer presentaron en la capital leonesa la directora general de Recursos Naturales del Principado,  el director general de Medio Natural de Castilla y León, José Ángel Arranz, y el director general de Montes y Conservación de la Naturaleza de Cantabria, Francisco Javier Manrique. El informe refleja un importante incremento en el número de ejemplares, sobre todo si se compara la población actual con la que existía en los años 90. En estos últimos veinte años se ha triplicado, al pasar de los 70 plantígrados contabilizados a finales del siglo pasado a los entre 190 y 210 que se calcula habitan los montes de la cordillera en la actualidad.

Hay otro dato positivo. La cifra de osas que tienen una cría por primera vez viene aumentando a un ritmo del 8%. Así, si en la década pasada había solo dos o tres hembras primíparas al año, desde 2011 se vienen detectando cuatro casos. «Esto garantiza la viabilidad, recuperación y mantenimiento de esta especie protegida», sostiene el Principado. Como el hecho de que, en 2013 se contabilizaran un total de 30 osas con 57 oseznos -la mayoría, 26 osas y 50 crías, pertenecientes a la población occidental-, lo que supone el segundo mejor registro desde que se comenzaron a elaborar estos censos en 1989. El récord se alcanzó en 2012, con 33 osas y 59 crías. En el caso del Principado, este último censo deja constancia de un total de 21 hembras y 40 oseznos, todas en la población occidental.